La col romanescu es conocida entre los expertos en matemáticas como "col fractal", ya que su estructura se repite desde el primer trozo hasta el infinito, como en una sucesión de Fibonacci. De hecho, si miráramos con una lupa uno de sus diminutos puntos, veríamos que tiene la misma composición geométrica que la col completa.
Por otro lado, lejos de lo que algunos piensan, no se trata de un híbrido entre una coliflor y un brócoli, es una coliflor verde italiana, de la familia de las brasicaceas. En nuestro país se puede encontrar las tiendas entre los meses de Septiembre y Abril. A nivel nutricional, destaca por su contenido en ácido fólico, además de vitaminas C, K, E, B2 y B6, y en cuanto a minerales: potasio, fósforo, Calcio, Magnesio, Manganeso y Hierro.
INGREDIENTES:
1 Col romanescu
1 tarro grande de judías blancas cocidas
1 diente de ajo
3 filetitos de anchoa
Sal
AOVE
Cayena molida
ELABORACIÓN:
Lavamos la col y la separamos en ramilletes y la cocinamos al vapor por 10 minutos.
Enjuagamos muy bien las judías hasta que dejen de soltar espuma, para quitarles las saponina y evitar que nos produzcan gases.
En una sartén, ponemos una cucharada sopera de AOVE y otra de mantequilla, cuando se haya fundido echamos el ajito laminado y lo doramos a fuego bajo para que no se queme y suelte su aroma, cuando esté ponemos la col y la salteamos, a mitad de salteado añadiremos las anchoas picaditas y mezclaremos todos bien, asegurándonos que se integran bien, salaríamos (teniendo en cuenta las anchoas) y echaríamos la cayena a gusto, en casa con una puntita de cucharilla ya nos basta. Por último, añadiríamos las judías y cocidas, con el fuego ya apagado, aprovechando el calos residual de la sartén.
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